Se acerca un nuevo año y estamos seguros de que encabezando más de una lista de propósitos está el de comenzar enero acudiendo al gimnasio regularmente. ¿Cuántas veces nos habremos puesto esta meta e incumpliéndola a la primera semana? La constancia conlleva esfuerzo, pero a veces necesitamos una pequeña ayuda. Contratar un entrenamiento personalizado puede ser la solución este 2015 para llevar a cabo los entrenamientos en el gimnasio que establecerte. No sois pocos los que pensáis que con ganas y empuje se pueden cumplir los propósitos más duros que todos nos imponemos a principios de año. La idea es noble y buena, pero la realidad es que a mediados del próximo mes el porcentaje de quienes tiren la toalla será muy alto. Cuando se tiene una atención privada, una persona que nos motiva y nos enseña a hacer las cosas bien, es mucho más fácil llegar a las metas auto impuestas.
¿Cuáles son los beneficios del entrenamiento personalizado?
Al contrario de lo que se pueda pensar, éste no solo es un servicio reservado para el atleta profesional, cualquiera le puede sacar provecho y uno de los beneficios del entrenamiento personal es que es una inversión en salud y confianza. Los objetivos del entrenador personal no son distintos de los nuestros, en nuestro éxito reside el suyo. Les podemos casi describir como nuestros compañeros y asesores durante los mejores y peores momentos de nuestra rutina física. Momentos de superación y otros de vulnerabilidad en los que estamos a punto de desistir. Dejamos algunos consejos de como es un buen entrenador personal de Mensheatlh. Por otro lado ellos son una fuente inagotable de motivación que siempre está dispuesta a ayudarte con una sonrisa y palabras de ánimo. No solo estamos hablando de que te alienten a cumplir tus metas personales, sino a fijarte unas realistas y verdaderamente alcanzables, eliminando toda la frustración los objetivos extremadamente difíciles o casi imposibles. La parte motivacional es sin duda una buena forma de gastar nuestro dinero, solo con nuestro propio demonio interior somos capaces de darnos por vencidos a la primera de cambio. Con un entrenador personal no, ellos creen en ti incluso cuando tu no lo haces. Y es que parece fácil, llegamos a la sala de entrenamiento personal, a la clase colectiva o a cualquier máquina de cualquier gimnasio y encendemos la elíptica, nos subimos a la bicicleta o comenzamos a hacer pesas sin descanso. . Pero es probable que nos agotemos muy pronto, o peor, que el tipo de ejercicio que elijamos no sea el que más nos conviene. La combinación de ejercicios y elementos para practicarlos a veces es casi tan importante como hacer deporte en sí. De nuevo aparece la figura del entrenador personal para asegurarnos de que nuestra trayectoria sea adecuada, controlando los tiempos, la progresión, la intensidad, etc. Su apoyo es sólido, consistente y nada censor. Con paciencia, cariño, amabilidad y sobre todo sin juzgar a nadie, van consiguiendo que corrijamos nuestra postura, perfeccionemos nuestros movimientos y sobre todo que logremos nuestras metas. Nos ayudan a levantarnos cuando nos caemos, ¿puede haber algo mejor en lo que invertir de cara a este 2015? ¿Te vas a quedar otro año sin cumplir el primero de tus propósitos?
Deja tu comentario